LA CLASE

LA CLASE

La película se ubica en un instituto al que acuden alumnos con diversas etiquetas: conflictivos, en exclusión, pertenecientes a familias humildes e inmigrantes, buenos y malos.

El alumnado es tratado desde esa perspectiva de excluidos sociales, esto ayuda que el estigma perdure y se crean que son eso, dándose la profecía autocumplida.

No solo se sienten marcados, también sienten que el instituto no va con ellos, que están fuera de ese sistema, de esos conocimientos que consideran que no sirven para su vida en el barrio.

No se puede trabajar en un entorno educativo con unas gafas puestas. Cada alumno es una hoja en blanco, es un individuo que has de conocer y no seguir estigmatizando. Creo que el caso de Esmeralda va en esa línea. François no pudo ver que detrás de su desmotivación podía estar el aburrimiento y el deseo de aprender algo mas, no doto de ese espacio para aunar los intereses de todos los alumnos con su proyecto educativo.
Los propios chavales de suburbio planteaban criterios metodológicos en los que el propio profesor ni reparó: emplear elementos significativos cercanos a la realidad de los alumnos (el uso de nombres del origen de los alumnos, entre otros). De esta aula los alumnos plantean otras cuestiones como la amenaza, el respeto, incluso recuerda al profesor que pasaría si expulsan a Soulymane.

A la desmotivación de los alumnos se une otra barrera que no es resuelta. Las familias presentan dificultades para comunicarse y necesitan de un contacto mas continuado con la comunidad educativa.

Creo que esta clase tenía mucho potencial. François tenía puestas esas gafas. Uno de los cristales estaba roto por lo que podía llevar a cabo una intervención basada en sus centros de interés, reconocimientos, hace de patrocinador positivo de los alumnos. Pero el otro cristal le impide trabajar coherentemente por lo que lleva a cabo medidas contradictorias con su método inicial de dar oportunidades, de creer en los alumnos.

Ese cristal puede que haya echado todo su trabajo por tierra.